Aniversario del blog

Hoy estamos de celebración, ya que el blog cumple 3 años, y para mí, el año 2014 ha sido muy especial, toda mi ilusión estaba centrada en un día, el día de mi boda, y he pensado que hoy es una buena manera de celebrarlo mostrando un poquito de ese día tan importante en mi vida.

Los dos años anteriores celebré el aniversario mostrando un resumen de los looks de cada año, y si queréis volver a verlos sólo tenéis que pinchar en el enlace que aquí os pongo.

Primer aniversario (pincha aquí), segundo aniversario de Pimpa (pincha aquí). Comencé llamando este blog "Pimpa's Looks", pero después decidí cambiarlo y darle un toque más español y más cercano. Muchos de vosotros ya sabéis que uno de mis motes es Pimpa y mi querido y reciente esposo Pimpo, así que de ahí viene el nombre del blog.

El post de hoy tiene un significado muy especial para mí, estas fotos son un recopilatorio del día de nuestra boda.

Hace ya dos años hice un especial boda para recomendar algunas cosas, ya que en 2013 se casaban dos de mis amigas, y les venía muy bien tomar nota de cada una de las cosas que se necesitan para el día de tu boda. Si queréis volver a verlo (pinchar aquí).

Lo primero de todo es tener claro el lugar de celebración, en nuestro caso fue en la iglesia de Santa María de Gracia, y el convite en el Parador del Mar Menor.
El mar y en concreto La Manga, es un sitio que nos identifica a los dos y teníamos muy claro que queríamos este sitio para celebrarlo.

Una vez decidio el día y el lugar, hay que elegir las invitaciones, y en nuestro caso las elegimos en una tiendecita llamada La Caracola. El diseño de la tarjeta dice mucho de mi, y la verdad es que tuvimos suerte de estar deacuerdo los dos, ya que ambos queríamos algo sencillo y diferente, y en este caso lo más original era que la invitación iba dentro de una cajita que nosotros armamos personalmente.

El fotógrafo es algo muy importante, y hay que reservarlo con bastante antelación. Nosotros teníamos muy claro que Héctor Sánchez  sería nuestro fotógrafo.

http://www.hsrfotografia.com/

El secreto mejor guardado de una novia es el vestido, y mi elección fue en Rosa Clará. Desde el principio tenía muy claro que quería dos piezas, y tuve la suerte de encontralo muy rápido, parecía que el vestido me estaba esperando en la tienda, y estaba hecho como anillo a mi dedo. El velo me lo prestó mi hermana, un velo tipo mantilla de Lorenzo Caprile, precioso, y del que me enamoré hace años cuando ella se casó.

 

 Los zapatos fueron un regalo de mi hermana, de Custom&chic, diseñados por mí y hechos a medida.

No hay que olvidar llevar algo nuevo, algo prestado, algo regalado y algo azul, y la verdad es que cumplí con todas ellas.....

Nuestros pajes (todos nuestros sobrinos) iban preciosos, con trajes de Kinvel. Mi peluquera, Sonia, de Fashion&Co vino personalmente a ponerme el velo, y tengo que agradecerle mucho, porque consiguió justo el peinado que yo quería, un recogido que luego pudiera soltar, lo más natural posible y que reflejara mi estilo de cada día. Al igual que el maquillaje fue perfecto, mi esteticista, la madre de mi amiga Leti consiguió dejarme como yo quería, bien maquillada y sin excesos.

El ramo y todas las flores de la boda son de Oasis, y tenía bien claro que quería hortensias, ya que son mis flores preferidas.

Nuestros amigos nos dedicaron unas palabras muy especiales, las cuales nunca olvidaremos, porque supieron perfectamente lo que decir..... y la metáfora con la que terminó mi Esther me emocionó bastante, no me lo esperaba y es que era perfecta para relacionar nuestras vidas.

Menos mal que uno de los detalles que dimos ese día fueron abanicos al entrar en la iglesia, porque hizo muchísimo calor. Mis dos primas fueron las encargadas de repartirlos.

Tengo que decir que disfruté muchísimo con todos los preparativos de la boda, los meses previos a este día fueron para mí muy bonitos, muy especiales y los recuerdo con mucho cariño.

La boda estaba personalizada al más mínimo detalle, el seating estaba hecho a mano, con barcos colgados de una palmera, y cada mesa tenía el nombre de un barco, con su historia correspondiente y todos los nombres de los invitados dentro de cada barco.

Tengo que dar las gracias a mi hermano y Cristina por el diseño y realización de cada uno de los barcos, sin ellos esto no hubiese sido posible. Y a mi cuñado Agus por la idea de los nombres, se curró muchísimo la historia de cada barco.
En general tengo que dar las gracias a toda mi familia por ayudarme en los preparativos, en montar los regalos, el hacer las bolsitas del arroz.... etc.....

Estos marcos de fotos, ahora los tenemos colgados en nuestra casa, y reflejan el pre-boda que nos hizo Héctor un mes antes. Bajo ellos había una zona donde los invitados podían firmar y dejar sus dedicatorias. También había un álbum de fotos casero, que hicimos para que los invitados pudieran ver la trayectoria de nuestros 13 años de novios.

Casi todos los invitados salen reflejados en ese álbum y pudieron recordar momentos que vivieron con nosotros en nuestras distintas etapas de noviazgo.

Cada mesa tenía un barquito como este,  con el nombre de los invitados, y todos estos carteles que véis aquí abajo contaban la historia de cada barco. Elegimos barcos históricos, y nuestra mesa fue Azzam, la de los niños Guppy, y así muchas más.....

Una anécdota fue que el Titanic se hundió de verdad...., jajajaja.

 Los centros de las mesas eran hortensias blancas como mi ramo de novia.

Fueron muchos los detalles que dimos, y estas bolsitas llevaban una tarjeta de agradecimiento por asistir a nuestra boda, junto con un kit de emergencia (omeprazol, ibuprofeno y paracetamol), y tiritas de colores. ¿Quién no ha necesitado un analgésico o una tirita el día de una boda?..... jijiji.

Para las chicas Charlotte Design diseñó unas pulseras de perlas, muy acorde con mi estilo y reflejando la esencia que yo quería  para ese día. Son preciosas y todas las invitadas estaban encantadas.

Repartí unos cuantos ramos igualitos al que yo llevaba, y mi sorpresa fue recibir este ramo tan original cargadito de billetes...., fue un detallazo por parte de mi prima.

Este pequeño ramo artificial estaba lleno de agujones que fui poniendo en el vestido de cada invitada. Es una tradición que tenemos en Cartagena.

La mesa dulce fue personalizada con los detalles elegidos para la boda, y la prepararon las chicas de  Las Cositas de Dedulce.

Lo mejor de todo es poder recordar ese día con muchísima ilusión, tener ganas de repetir, y emocionarme cuando veo cada unas de las fotos, son muchas, más de mil. Y lo mejor aún, es que Héctor nos hiciera el posboda en París, una experiencia inolvidable, y que agradecemos muchísimo que nos brindara esta oportunidad, el venir con nosotros a París y hacer realidad lo que para mí parecía un sueño.